Nos aproximamos a esas fechas en las que la unión familiar, la alegría de un Nuevo Año, las celebraciones, las cenas con las amistades más cercanas o con los compañeros de trabajo, merecen necesariamente un brindis con burbujas. Parece que se ha instalado la idea que una celebración, del tipo que sea, queda diluida si no aparece un espumoso. Pues bien, si las burbujas son sinónimo de alegría y celebración, pongan burbujas en su vida. Y pongan muchas. Por favor, no las escatimen.
El maridaje ideal
Pero, al mismo tiempo, háganlo con acierto. Incidimos de nuevo en la idea del maridaje como la búsqueda del equilibrio armónico entre lo que comemos y lo que bebemos. Aquí resulta imprescindible remarcar que los diferentes estilos de las bebidas espumosas mejorarán las percepciones organolépticas si las acompañamos con el maridaje idóneo. Nos tomamos la licencia de incorporar una pincelada teórica: dichos estilos dependen exclusivamente del contenido de azúcar que tendrá el espumoso. Los estilos más secos tendrán un máximo de 12gr./l. y los más dulces estarán por encima de los 50gr./l.
Los estilos más secos (Brut Nature, Extra Brut y Brut) podrían perfectamente acompañarse de entrantes ligeros, pescados y marisco. Unos buenos maridajes para la burbuja “seca” son también los arroces españoles, inigualables paellas y arroces caldosos que hacen las delicias de cualquiera. En el otro lado del espectro gustativo, encontramos los dulces (Extraseco, Semiseco y Dulce). Estos los dejaremos obligatoriamente aparcados hasta que llegue el postre.
Diferenciando las burbujas
Una vez que ya tenemos definido el estilo que acompañará a cada comida vamos con la procedencia. Nos inclinamos por establecer Prosecco, Cava y Champagne como los tres grandes referentes a nivel mundial en lo que este tipo de bebidas se refiere. Otra vez, cada uno tendrá sus particularidades que lo hacen esencialmente diferente de los otros dos.
Prosecco es un espumoso procedente de Italia que ha sabido conquistar todos los paladares a nivel mundial con un producto afrutado, aromático y burbuja fina y suave. Cava es el espumoso nacional por excelencia, un producto que destacaría por una relación calidad-precio acertada. Champagne disfruta, sin duda, de las burbujas más distinguidas y emblemáticas, sinónimo de calidad y siempre evocadores del glamour más refinado.
Acis Bernardo
Adjunto Director de Bosque de Matasnos
